Esta es una de esas sopas que apetece tantísimo después de unos días de excesos…algo ligerito sencillísimo de preparar, calentito y rico. Si no te gusta el queso, te puedes saltar el gratinado, aunque te lo recomiendo mucho mucho. Es una variante de la sopa de ajo de toda la vida, que merece la pena tener en cuenta.
Ingredientes:
8 tostadas integrales grandes (de las que ponemos con el paté) o pan de molde tostado
3 ajos
1 litro de agua
aceite de oliva Virgen Extra
sal
queso rallado
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Freír los ajos enteros y pelados en un poco de aceite. Reservar.
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En una olla ponemos agua y la llevamos a ebullición. Añadimos las tostadas troceadas y las dejamos hervir 5 minutos.
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Incorporamos los ajos a la olla y trituramos. Añadimos sal, removemos y repartimos en 4 boles que puedan ir al horno.
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Espolvoreamos queso rallado por encima y gratinamos unos minutos.