Hemos llegado con el reto Cooking The Chef a unos tiempos difíciles; los años de la guerra, en los que también había que comer y de poca cosa disponían. Suerte tuvieron nuestras madres y abuelas de poder recurrir a un chef como Ignacio Domènech Puigcercós (Manresa 1874-Barcelona 1956) y sus Menús de Guerra y Postguerra, con recetas a las que echar mano cuando se tiene menos y nada. Menudo tesoro he llegado a descubrir gracias al reto, una cocina basada en aprovechar hasta el último pedacito de cáscaras, hierbas, y muchas de las cosas que tiramos en la cocina actual.
Su madre murió al poco de dar a luz, y lo crió su tía, la cual regentaba una fonda en Manresa. Allí fue donde descubrió su interés y pasión por la cocina. A los 14 años se trasladó a Barcelona, trabajando en varios establecimientos (bodegas, restaurantes…)
Posteriormente encontró trabajo en Puigcerdà, que en aquella época gozaba de un auge de visitas de la burguesía catalana, ya que establecían allí sus segundas residencias.
Allí Ignacio cocinó para Enrique Granados, Santiago Rusinyol, Víctor Balaguer o Josep Antoni Verdaguer. Posteriormente hizo un gran trabajo divulgativo publicando muchos libros de recetas, entre ellos Menús de guerra y postguerra.
Desgraciadamente no he podido preguntar a mi madre, pero si que la recuerdo una y mil veces explicando la hambruna que pasaron, y la suerte que tenían en su familia de tener campos sembrados de patatas por ejemplo.
Repito que ha sido un tesoro descubrir una tortilla de patatas, que no lleva patatas ni tampoco huevos, y sobretodo al probarla…increíble el parecido a la tortilla que comemos normalmente! La única diferencia es que queda muy plana, pero impresiona el sabor. Y ahora vas a seguir alucinando cuando te cuente que las patatas en realidad son cáscaras de naranja y los huevos agua con harina. FLIPANTE, no? pues en esos niveles se manejaron nuestros padres y abuelos, y como dice Ignacio Domènech:
“En esta época, ni los enfermos pueden disponer de esos brillantes de la cocina que son las patatas, pues el que las logre, tiene que ser a cambio de otros géneros. Lo mismo ocurre con los huevos, es un afortunado el que consigue huevos frescos a 50 pesetas la docena. A este paso, para guisar e irse manteniendo algo regular, va a ser necesario recurrir a una invención de composiciones, de una nueva cocina aplicada a estas trágicas circunstancias”
Quiero agradecer como siempre al grupo que tenemos para el reto, en el que siempre hay alguien dispuesto a echar una mano, pasar recetas, ayudas y consejos. En este caso en concreto quiero agradecer enormemente a Belén Carrascosa, de Mi Caja De Recetas, que muy amablemente, me pasó unas cuantas recetas, y entre ellas, esta tortilla alucinante. Ya estoy deseando ver el recopilatorio del reto con las recetas de mis compis.
Vamos con la receta,
Ingredientes:
3 naranjas
1 cebolla picada
4 gotas de aceite
sal y pimienta blanca
1 ajo
4 cucharadas de harina
1 cta. bicarbonato
10/12 cucharadas de agua
- Primero de todo rallaremos la piel de las naranjas, con cuidado de no llevarnos “lo blanco” y reservaremos esa ralladura para un bizcocho u otras preparaciones (se puede congelar)
- Ahora con cuidado de no cortar pulpa de naranja, iremos cortando la parte blanca de las naranjas y la reservamos.
- Ponemos la parte blanca que hemos cortado sumergido en agua, para quitar el sabor a naranja, unas 3 horas.
- Lo escurrimos, salamos y lo ponemos en una sartén junto con la cebolla picada.
- Tomamos un bol y frotamos el fondo con el ajo, añadimos las 4 gotas de aceite, la harina, sal, bicarbonato, pimienta blanca y el agua. Batimos con unas varillas, dejamos reposar 10 minutos y volvemos a batir hasta que no haya grumos.
- Echamos esta masa en la sartén sobre las pieles de naranja y cebolla, y lo cuajamos igual que si fuera una tortilla normal.
- Al girar la “tortilla” hay que ir con cuidado de no deformarla ya que no es del todo sólida como cuando se cuajan los huevos. Servir sobre una rebanada de pan y a ver si alguien es capaz de adivinar los ingredientes!
Es una receta alucinante, la verdad tengo mucha curiosidad por el sabor de esa parte de la naranja cuando se cocina. Tengo que probar! Besos
Cuánto hambre pasaron y cuánta imaginación para conseguir esta tortilla. Suerte que pillaron huevos que era lo que más escaseaba y los que vendían eran carísimos.
El ingenio del cocinero de este mes sólo está superado por el ingenio que se hacía en todas las casas para alimentar a las familias.
Excelente aportación.
PTNTS
Glòria
Sinceramente, no puedo imaginarme una tortilla con estos ingrediente, no imagino como puede saber, pero realmente su aspecto es de una rica y estupenda tortilla de patatas. Eres toda una artista, y para saber como es tendre que probarla, ya que no lo imagino. ¡Que pena , lo que se debió pasar en esos tiempos! Un abrazo Hirma.
Estela aunque parezca mentira, sabe a tortilla de patatas, un poco diferente sí, pero está logradísima.
Gracias guapa, un beso!
Bien cierto. Seguro que sirvió de inspiración a muchas amas de casa!
un petó Glòria!
Belén en este caso no huevos hicieron falta, y nada que envidiar a la tortilla que hacemos ahora en cuanto al sabor!
un beso
Concha si pelamos la naranja de manera que solo cortemos la parte blanca y respetamos el remojo, es un sabor muy neutro, como el de la patata!
un besito
Realmente has sido muy valiente en afrontar esta receta. Y que según tus palabras el resultado sea bastante convincente. Gracias por participar y por tus palabras y por recordar la que es nuestra historia y desgraciadamente la de muchos en países con guerras o desgracias. Un beso.
Gracias a vosotras por esta oportunidad, un besazo!
No me animé a hacerla porque me dio miedo el resultado, pero a la vista parece una tortilla de patatas de toda la vida.
Bss
Elena
si, así es y sabe igual Elena
gracias un besito!
Como me ha gustado tu tortilla de patatas. Estaba entre ella y la tortilla a la francesa y al final me decidí por ella, porque me hacían gracia los ingredientes que contenía y como tú he quedado muy satisfecha con el resultado. Te felicito de verdad por el tuyo. Como se las ingenia an para hacer algo decente que llevarse a la boca con los míseros ingredientes que tenían. Es una cocina que me ha dejado sorprendida para bien y que me ha hecho descubrir que muchos platos que comemos ahora tienen una base de esos platos sencillos de entonces
Besos
A mi también me pareció increíble cuando leí los ingredientes, y vaya resultado bueno!!
gracias Manu Un besazo!!