La vieira es el símbolo del peregrino en el Camino de Santiago. La razón es que, al ser típico de las costas de Santiago, antiguamente los peregrinos lo llevaban a sus lugares de origen como prueba de que habían llegado hasta el final del viaje. Además la usaban la concha para beber agua.
La vieira gallega se distingue de las de Francia y Gran Bretaña por tener un color más intenso con tonos violáceos, y por tener la valva superior casi plana y sus bordes ondulados no encajar con los de la valva inferior, ya que entran un poco en esta y quedan los bordes de la valva superior algo sobresalientes.
La receta que te propongo es tan fácil de preparar que no hace falta ni apuntarla, la vas a poder hacer del tirón. Si las compras congeladas (en su concha es mucho más bonita para la presentación) que sean de calidad, ya que es el 99,9 del plato.
Ingredientes:
Vieiras congeladas con su concha (ya descongeladas)
2 ajos
perejil
aceite AOVE
chorrito de limón
sal
pimienta blanca
Preparación:
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Separar el coral de la vieira (la parte anaranjada) y picarlo
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Cortar la vieira por la mitad a lo largo, formando dos medallones
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Colocar los dos medallones en una concha y repartir el coral picado por encima
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Triturar con la batidora eléctrica el aceite con los ajos, perejil, limón y sal y repartir sobre las vieiras, añadiendo una pizca de pimienta blanca
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Colocar sobre una bandeja de horno y hornear a 220º. Cuando empiece a tener movimiento el aceite, paramos el horno y las dejamos 5 minutos con la puerta cerrada.
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Servir inmediatamente