Sopaipillas #CookingTheChef

Aunque ya tenía la receta en el blog, la despedida del reto Cooking The Chef bien se merece volver a hacer una entrada nueva, y de paso actualizar las fotos. Con una pena enorme, pero armando jaleo, nos despedimos del reto con tres recetas (primero, segundo y postre) que signifiquen algo para nosotras, recetas que perduren en el tiempo y nos remuevan alguna cosa por dentro.

A esta receta debe su nombre mi blog, y es que nuestros padres aprendieron que hasta en los malos tiempos hay que comer y divertirse comiendo, y cocinando. Las sopaipillas no pueden ser más sencillas y más económicas, aunque existen otras sopaipillas con el mismo nombre en Chile, Bolivia y Argentina. Allí son bastante diferentes, se hacen con calabaza y otros ingredientes. Aquí es una masa frita como los churros, porras o buñuelos.

Las mías, las de casa, se hacen con harina, agua y levadura, y pese a su sencillez, hacía que todos los hermanos nos reuniéramos en la cocina, a esperar que estuviera frita la próxima sopaypilla, para ser los primeros en cogerla y abrasarnos la boca con tal de evitar que se la comiera otro. Y para mi siempre ha sido ese el encanto de la cocina, el poder que tiene de reunir a la gente, aunque sea de manera improvisada. Así se crean nuestros recuerdos, con el gusto, el olfato y los sentimientos.

Nosotros nos las comíamos así, a la hora que fuera, y sin añadir nada más, aunque son un acompañamiento perfectísimo a cualquier salsa, paté o dip que sirvamos a la mesa. No se cae nada! De hecho estas de la foto nos las comimos con un tzatziqui y estaban perfectas con su textura crujiente y aguantando el tipo.

No me enrollo más, que todavía me queda el plato principal y el postre, y también tienen su historia…

Y aquí dejo el enlace al recopilatorio de fin de curso, un espectáculo seguro!

 

Ingredientes:

 

1/2 kg. de harina

1 sobre de levadura

200ml. agua

aceite para freir

sal

 

 

  • En un bol ponemos toda la harina y hacemos un hueco en el centro
  • Añadimos el agua templada, la levadura y amasamos un poco hasta que quede una masa fina y que no se enganche. Puede ser que tengas que añadir un poco más de agua o de harina, a mi con estas cantidades me salió perfecta.
  • Añadimos la sal, 2 chorritos de aceite y hacemos una bola. La dejamos reposar media hora.
  • Pasado ese tiempo, estiramos la masa y vamos cortando círculos con la boca de un vaso.
  • Ponemos aceite abundante en una sartén y lo calentamos.
  • Vamos tomando un círculo de masa y lo vamos estirando sobre la mano, tiene que quedar transparente, aunque se rompa alguna, es preferible que quede muy muy fina, para que esté crujiente. Si no lo hacemos así, nos va a quedar un mazacote bastante difícil de digerir. (Mi madre siempre decía que tiene que quedar como una sábana cuando está muy vieja, que se transparenta)
  • Una vez esté bien fina la ponemos en el aceite muy caliente, verás como empieza a burbujear y a formarse esas bolsitas que luego van a quedar tan crujientes.
  • Las vamos pasando a un plato y repetimos la operación hasta acabar la masa.

Así de fina debe ser la masa

 

 

 

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3 Comments
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Concha - Jugando con la cocina

Que recuerdos más bonitos Hirma! Fijate que no sabía que el nombre de tu blog venía de una comida, es muy interesante! Tienen que estar deliciosas tus sopaypillas en casa se hacía algo parecido, me guardo tu receta!! Petonets y seguiré mirando el resto de tu menú!

Patricia Ramirez Moreno

Que delicia de recuerdos tienes con tus Sopaipillas…en verdad nunca las he probado, se ven tan ricas, da gusto leerte.